miércoles, 21 de enero de 2015

VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA Julio Verne ( comentado el Jueves 16 de enero 2015)


“Era el domingo 24 de mayo de 1863, cuando mi tío, el profesor Lidenbrock, regresaba apresuradamente a su reducida vivienda del número 19 de la calle Königstrasse, una de las más vetustas del barrio antiguo de Hamburgo.
Marta, la sirvienta, al comprobar que la comida puesta al fuego iniciaba apenas el primer hervor, se culpó pensando que se habría entretenido.
- ¡La que nos espera! – le dije-. Con lo impaciente que es mi tío, oiremos cómo grita, sobre todo, si el hambre le aprieta.
- ¿Ya está aquí el señor Lidenbrock? – inquirió nerviosa, Marta, mirando por entre los batientes del comedor.
- En efecto, Marta; pero no te preocupes si la comida no está a punto, pues no son todavía las dos; ahora mismo ha dado la media en San Miguel.
- Pero, ¿por qué habrá vuelto tan pronto el señor Lidenbrock?
- Probablemente él mismo nos lo va a explicar.
-¡Ahí viene! Yo me escabullo, señor Alex; por favor, haga lo posible para calmarlo.
Y Marta fue a refugiarse en sus quehaceres de cocina.
Solo e indeciso por temperamento, no era yo precisamente el más indicado para enfrentarme al más irascible de los profesores. Me disponía, pues, a cobijarme estratégicamente en mi diminuta habitación de la planta alta, cuando me detuvo el chirriar de la puerta exterior. Las gradas de madera gimoteaban al ritmo de su paso decidido, y el dueño de la casa entraba en el comedor y, sin detenerse, llagaba a su despacho habitual. Mientras pasaba había echada a un lado su bastón de caprichosa empuñadora, sobre la mesa su ampuloso sombrero peinado a contrapelo, y sobre su pobre sobrino estas palabras tajantes:
- ¡Alex, ven acá!
Sin darme tiempo a reaccionar, el profesor  ya había gritado con claras muestras de impaciencia: --¿No estás aquí todavía?

Así comienza una de las aventuras más fantásticas que podamos imaginar, “Viaje al centro de la Tierra”.

Durante siglos, un jeroglífico ha permanecido oculto entre las hojas de un libro, pero el descubrimiento de este documento por parte del profesor Lidembrock nos llevará a un viaje inolvidable hasta el centro de la tierra. Las aventuras que vivirán el profesor, su sobrino y el señor Hans comenzarán en el momento que inician el descenso por el cráter del volcán Sneffels, en Islandia.

El autor de esta obra es Julio Verne.

Nacido el n 8 de febrero de 1828,  en el seno de una familia burguesa en la ciudad portuaria de Nantes (Francia).
Muchos biógrafos afirman que en 1839, a los once años, se escapó de casa para ser grumete en un mercante que viajaba a India llamado Coralie, con la intención de comprar un collar de perlas para su prima Caroline (de quien estaba enamorado), pero su padre alcanzó el barco y bajó a Julio.

Estudio Derecho en París. Allí conoce a Dumas y se pone en contacto con las obras de Molíere y Shakespere, obras que tendría que comprar con el dinero destinado a su sustento como estudiante.
Trabajó en un bufete de abogados hasta que se dedicó de lleno a escribir, sobre todo, literatura de aventura y divulgación científica.

Leía y coleccionaba artículos científicos, demostrando una curiosidad casi enfermiza que le duraría toda la vida.

Aunque muchos consideran a Julio Verne como el padre de la ciencia ficción, realmente él nunca quiso escribir en este género, más bien era un escritor de literatura científica, que deseaba acercar los conocimientos recién descubiertos a la juventud; sin embargo, ese conocimiento lo llevó a anticipar muchos de los inventos que asombrarían al mundo posteriormente. En estos títulos encontramos los temas a los que se anticipo de manera premonitoria. En sus obras: Ante la bandera y Los quinientos millones de  Begún  ya nos habla de armas de destrucción masiva.
En Robur el Computador, del helicóptero. En De la tierra a la Luna y Alrededor  de la Luna, de naves espaciales.

También se reconoce su visión de anticipar futuros descubrimientos y eventos históricos, por ejemplo:

En Cinco semanas en globo, el descubrimiento de las fuentes del Nilo; en Las aventuras del capitán Hatteras, La esfinge de los hielos y 20.000 leguas de viaje submarino, la conquista de los polos; y en sus obras De la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna, el  Viaje a la Luna que, además, fue descrito con una similitud increíble al primer viaje real a la Luna del Apolo 8 en 1968.

Y por último, el siguiente dato os dará qué pensar: 

En 1863, Verne había escrito una novela llamada París en el siglo XX, acerca de un joven que vive en un mundo de rascacielos de cristal, trenes de alta velocidad, automóviles de gas, calculadores y una red mundial de comunicaciones, pero que no puede alcanzar la felicidad y se dirige a un trágico fin. Su editor pensó que el pesimismo de esta novela dañaría la prometedora carrera de Verne y sugirió que esperase veinte años para publicarla. Éste puso el manuscrito en una caja fuerte, donde fue «descubierta» por su bisnieto en 1989 y publicada en 1994.

Quizá sea el momento de leerla

Para el próximo encuentro estamos leyendo  "Boy" (relatos de la infancia de Roald Dahl)